“Es un
pequeño paso para el hombre,
un gran salto para la humanidad,”
Neil Armstrong,
21 de julio 1969
Vacacionar es un arte ocioso, este
tipo de actividad está sometida a una amplia gama de variabilidades, la primera
que a todos nos viene a la cabeza es la situación laboral (Parado, contrato
basura, más estable o menos,..), otras pueden ser el tiempo disponible,
familia, .. en fin un amplio etec de ponderables o imponderables que hacen que nuestro vacacionar se convierta en un arte ocioso a nuestra medida, haciéndonos presumir ante propios y extraños de nuestro ingenio para de la mejor de las maneras haber sabido aprovechar de nuestro vacacionar.
Entendiendo que vacacionar es un derecho, contemplado implícitamente art. 25
(Derecho al trabajo) y
explícitamente art. 40.2 (Vacaciones periódicas). Sin entrar en más dires y
diretes y obviando argumentos que darían otro giro a lo que aquí vengo a decir,
que en este caso es: Haz uso de tu derecho a vacacionar utilizando las variables
más asequible, como son la economía, corto desplazamiento, familia y tranquilidad con todo
ello redescúbrete y disfruta de tu derecho a tener tu propio arte ocioso.
Posar el Apolo 11 en el Mar de la tranquilidad hace 45 años (20 de julio
1969) fue el mayor reto de la humanidad logrado y las palabras de Neil
Armstrong al pisar la Luna hoy rezumban en nuestro oído. Verdad o mentira (teorías
de todo aquel episodio hay y se fundamental), pero lo que se hace evidente e
innegable es que estar y disfrutar de lugares únicos y exclusivos como arte
ocioso vacacional lo convierten en una experiencia personal sublime.
Las Lagunas de Villafranca de los Caballeros enclavada en una amplia llanura muestra a su visitante unos espectaculares paisajes, donde el multicolor despliegue de colores de la naturaleza, alterado por el silencioso mormullo de su avifauna incitan a la tranquilidad y donde un sosiego pausado y familiar abre sus aguas con total seguridad para apaciguar el sofocante veráno. Naturaleza, paisaje, deporte, baño, animadas charlas, paseos y silencios que hacen que las Lagunas de Villafranca se conviertan en la inmensidad de la llanura manchega en un apacible Mar de Tranquilidad, que libremente pone en tus manos tu derecho a vacacionar.
La población Chelera no te ofrece la luna, simple y llanamente pone a tu disposición
un Mar de Tranquilidad en pleno Corazón de La Mancha.
¡Atrévete! y ¡Disfruta!