Una vez sales del pueblo, por el
camino de las Lagunas, a una distancia de aproximadamente 2 km, te encuentras
en un ligero “alto”. Quizás este punto sea la altura máxima que encontrarás en
estos alrededores.
Aquí hubo antaño, dos molinos. El
último de ellos, allá por 1956 sirvió de base para construir la ermita de San
Isidro. La construcción del recinto Sagrado tiene como pórtico de entrada unas
de las piedras de aquel antiguo molino, posteriormente en al año 2002 la ermita
fue rehabilitada.
Desde esta altura se unen dos
puntos que se hacen inseparables, el
núcleo urbano y el complejo lagunar de Villafranca de los Caballeros.
Cada año, unas veces fiesta Local y
otras por no serlo, el 15 de mayo se celebra San Isidro Labrador, junto a la
tradición religiosa que se concentra en la ermita y sus proximidades, la laguna
Grande se convierte en el punto de expansión y presión que eclosiona con esta
fiesta favorecida por el buen tiempo.
Aprovechando las palabras de un
vecino de la localidad de Madridejos, - Las lagunas están esplendidas-, que por
allí pasó en bicicleta, y actualmente puede presumir de haber corrido los 38
maratones (no ha fallado ni uno) que se han celebrado en la capital de España,
dejo esta secuencia de fotos que unen Fiesta, tradición y goce de un espacio
natural que forma parte del patrimonio de la localidad de Villafranca de los
Caballeros: