jueves, 14 de abril de 2016

El guardián de las lagunas

Al Oeste de la laguna Chica y en un promontorio sobre el terreno que circundan esta parte de los Humedales de La Mancha se vislumbra una chimenea en color rojizo y de inquietante equilibrio. Este singular señuelo marca una oquedad escondida que brota de las entrañas de la tierra: Es la chinforrera del Tío Goyo. Su construcción en forma de rendija camuflada entre el cielo y la tierra abre sus vistas hacia la laguna Chica, cuan atalaya testigo de amaneceres, donde soñolientos rayos solares despiertas sus energías foto energéticas en estas aguas del Corazón de La Mancha.

A la vanguardia  de esta singular rendija unos lineales pinos, pistachos, taraiz y arbustos despliegan anárquicas ramas flanqueados por silvestres e indolentes plantas.


Entre medias de este paisaje una figura despreocupada e inhibida en sus quehaceres y pensamientos se mueve arrítmicamente, posando una mirada vivaz y localizadora obligando a recoger ramaje que abraza entre sus brazos, él es el Guardián de las Lagunas. Persona tímida y callada, pero de solidas convicciones y solidarios hechos, tatuada de un profundo arraigo a esta penetrante Tierra Roja empapada de anhelada  agua, que da fuerza y vida al soberbio paisaje que sostiene su atalaya.



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